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Vía Esteban Altieri 180 m (6a) . Riscos de Villarejo

Lo prometido es deuda . Volvimos para aprovechar e ir tachando de la lista objetivos. Sencillamente preciosa


Disfrutando del campo basé la tarde anterior ...

La noche con un poco de  juerga .....



Hasta altas horas de la madrugada ...
Temprano mientras los demás dormían,  partimos . La recompensa , fresquito y soledad . Los primeros en llegar a la pared ...

Unimos los dos primeros largos . Sencillos pero bonitos 


Finalizando los dos primeros largos 

Primera reunión ( segunda en realidad ) 


3 largo por la salida original según la guía 


David , disfrutando de la escalada y el patio !!









En la cumbre la cordada Cañada/Cañada
 

Un rapel de bajada 


 Una vía preciosa . No sobra ni falta nada ( bajo nuestro punto de vista )  !! 



Escalando en Riscos de Villarejo


Aprovechando el puente del 1ero de Mayo (junto con el festivo del día siguiente en la Comunidad de Madrid), Moisés, después de realizar las respectivas tareas de prospección, convocó al equipo de Tijuana para conocer las paredes de los Riscos de Villarejo, cuyo granito es conocido por su gran calidad y las vías abiertas ofrecen múltiples posibilidades para todo escalador que se aventure en sus adentros.

El primer día, después de encontrar el “Furgoperfecto”  (denominación acuñada por Miguel para describir el lugar adecuado para instalar el campamento) subimos a estudiar el trazado de las vías que Moisés, tenía en mente. Binoculares y guía en mano, se ubicaron los trazados por donde discurrían el Espolón Manuel Martín, Irene Castilla y la Directa de los Macarenos (ver Foto 1). Con la primera tarea hecha (a modo de tentempié para abrir el apetito), regresamos al campamento a darnos un chapuzón, cenar entre risas, mezclas de té con un chupito de Jaegermeister y a dormir.

Foto 1.  David buscando el trazado de las vías



A la mañana siguiente, quedamos en el bar del pueblo con Miguel y Rulo, y tras el café reglamentario, subimos todos en una sola furgo. Como siempre, Miguel amenizó el camino zigzagueante del puerto con una buena y variada dosis de música, donde los gemelos Cañada se turnaban para adivinar el respectivo intérprete.


Una vez realizada la marcha de aproximación, la cordada Miguel/Rulo se fueron directo a la vía Irene Castilla (V+, 110m), mientras nosotros optamos por el Espolón Manuel Martín, en la cual habían dos cordadas más, por lo que nos tocó esperar un rato mientras las ganas de escalar iban en aumento (ver Foto 2).


Foto 2.  Esperando el turno, a pie de vía del Espolón Manuel Martín


Una vez que se despejó el camino, Moisés se puso manos a la obra. Con el chip de “meter cacharritos” empezó a ganar metros bajo la atenta mirada de David. Desde la distancia uno se puede hacer a la idea del trazado de la vía, pero una vez dentro, entre las dimensiones de la pared, hay que saber orientarse para no perder el trazado. En la Foto 3 se puede apreciar el tamaño del muro mientras se recorría el primer largo. 


El segundo largo fue “disfrutón”, con buenos emplazamientos para proteger y sitios donde apoyarse, como se puede ver en las Fotos 4 a 6.

 Foto 3. Vía Espolón Manuel Martín: Secuencia del primer largo



Foto 4. Vía Espolón Manuel Martín: Moisés empezando el segundo largo



Foto 5. Vía Espolón Manuel Martín: David en el segundo largo

 



Foto 6. Vía Espolón Manuel Martín: Se visualiza la R2




El tercer largo empieza con un paso algo más expuesto y de difícil protección, por lo cual se encuentra equipado (detalle que se agradece) y hace de la escalada de esta vía en especial, una experiencia aún más agradable. No está de más decir que las reuniones (además de estar equipadas) discurren en amplias y cómodas repisas que te permiten disfrutar del paisaje a medida que ganas altura.

   Foto 7. Vía Espolón Manuel Martín: disfrutando del paisaje en la R2

Foto 8. Vía Espolón Manuel Martín: Mois empezando el 3er largo



 Foto 9. Vía Espolón Manuel Martín: una pausa en R3 tras completar la vía



Una vez completadas las vías, tras una pausa nos reunimos ambas cordadas y bajamos de regreso al campamento para repetir la dosis del día anterior, es decir, chapuzón en el río, cena, risas y a dormir.

Al día siguiente y tras la recomendación de Miguel y Rulo, optamos por subir la vía que realizaron el día anterior (Irene Castilla), mientras ellos se fueron a la Directa de los Macarenos.  Nos costó un poco encontrar el inicio de la vía (Foto 11 y 12), pero una vez que llegamos a la base, tras equiparnos, empezamos a subir (ver Foto 13). El primer largo empieza suave aunque la segunda mitad tiene una zona de diedros que impresiona, tanto si miras para arriba aunque más si miras para abajo (ver Fotos 15 y 16). A continuación se llega a la R1, situada una repisa muy parecida a un banco de piedra. Una roca de 90º donde puedes sentarte cómodamente y si llevas una bolsa de pipas, te la puedes acabar como si estuvieras en un parque (eso si, sería todo un detalle no lanzar las cáscaras al vacío, por respeto al entorno y a las posibles cordadas que pudieran ir debajo :)).

Siguiendo con la vía, el segundo largo es un tramo corto que te deposita directo en la R2. Es aquí donde la vía se pone “interesante”, nada más salir al tercer largo, hay un clavo en la pared que  invita a anclarse y buscar cuanto antes una fisura en la pared para meter un microfriend y así abordar el paso clave con garantías. Moisés lo ejecutó sin problema (foto 19 y 20), al igual que David. A mí me costó algo más, tanto así que las pulsaciones se me dispararon. Una vez más, el factor psicológico de la escalada salió a flote y tuve ese chute gratuito de miedo y adrenalina. Por suerte solo era ese paso, ya que tras autoconvencerte de que la única salida es “hacia arriba” aquel muro “peleón”, cambió su morfología para convertirse en una placa con muy buenos agarres que te depositaban cual escalera directo a la R3 (Fotos 21 a 23).



Una vez completada la vía, recogimos el material, y con el mismo impulso, bajamos a la explanada para ver los dos últimos largos de Miguel y Rulo (Foto 24), donde vimos que ambos se movían como peces en el agua, por lo cual dedujimos (y luego nos lo confirmaron) que se divirtieron como unos críos!.



En definitiva, Riscos de Villarejo, una zona de escalda clásica con aire alpino a la que habrá que volver ahora que la temporada de roca no ha hecho nada más que empezar.



Reportando para TijuanaAdventures.


Ramiro


PD: Para las escaladas realizadas en esta reseña se ha empleado la información recopilada en la Guía de MARTIN G., MANCEBO CH., “Riscos de Villarejo: Vías de escalada en roca en la Sierra de Gredos”, Ed. Desnivel, 2013





Foto 10. Miguel y Rulo en la marcha de aproximación



Foto 11. Buscando el inicio de la vía Irene Castilla



Foto 12. Los gemelos Cañada, buscando el trazado de la vía




Foto 13. Vía Irene Castilla: Primer largo

 Foto 14. Vía Irene Castilla: entrando a la zona de diedros

Foto 15. Vía Irene Castilla:  zona de diedros, mirando hacia arriba…


Foto 16. Vía Irene Castilla:  zona de diedros, mirando hacia abajo…
 Foto 17. Vía Irene Castilla: en una cómoda R1


Foto 18. Vía Irene Castilla: segundo largo

Foto 19. Vía Irene Castilla: paso clave del 3er largo

 Foto 20. Vía Irene Castilla: Aprieta!!!

 Foto 21. Vía Irene Castilla: respirando, tras salir del paso clave… :S

Foto 22. Vía Irene Castilla: cerca de R3

Foto 23. Vía Irene Castilla: Un “selfie” de altura

Foto 24. Vía Directa de los Macarenos: Miguel en medio de la pared

Foto 25. De regreso a casa

Barrancos zona centro. Barrancos Arbillas y Adrada

 Nos hemos llevado un gran sabor de boca  con estos dos nuevos descubrimientos Dos barrancos   en zona centro de Gredos . Sitio perfecto  pa...